María Teresa León: un viaje a la memoria histórica y la enfermedad del olvido

  • La actriz Susana Hornos y la directora Carolina Román recuperan la figura de la escritora en un montaje teatral.
  • Compañera de Alberti y autora de 'Memoria de la melancolía' perteneció a la generación del 27.
  • 'María Teresa y el león' puede verse en la Sala Mirador de Madrid hasta el 5 de mayo.
La actriz y dramaturga Susana Hornos caracterizada como María Teresa León.
La actriz y dramaturga Susana Hornos caracterizada como María Teresa León.
JAVIER MANTRANA
La actriz y dramaturga Susana Hornos caracterizada como María Teresa León.

"La memoria puede tener los ojos indulgentes, Ya no llegan a nosotros los ruidos vivos sino los muertos. Memoria del olvido, escribió Emilio Prados, memoria melancólica, a medio apagar, memoria de la melancolía. No sé quién solía decir en mi casa: hay que tener recuerdos. Vivir no es tan importante como recordar. Lo espantoso era no tener nada que recordar, dejando detrás de sí una cinta sin señales. Pero qué horrible es que los recuerdos se precipiten sobre ti y te obliguen a mirarlos y te muerdan y se revuelquen sobre tus entrañas, que es el lugar de la memoria".

El fragmento pertenece a Memoria de la melancolía, el libro autobiográfico de María Teresa León publicado en 1970 durante su exilio en Italia. Un libro casi premonitorio, con el que la autora se adelantaría a la terrible enfermedad (alzhéimer) que, al igual que a su madre y a su abuela, ya le acechaba y que acabaría por devorarla algunos años más tarde. María Teresa, eterna amada y amante de Rafael Alberti, retornaría a su añorada España en 1977, tras casi 40 años de ausencia. "Vivir no es tan importante como recordar", había escrito siete años antes. Como una terrible broma del destino, la memoria ya se le escurría entre las manos.

"Estando en Argentina leí sobre el alzhéimer de María Teresa y como cuando había vuelto a Madrid la memoria ya le fallaba. Para mí Memoria de la melancolía era una referencia, ella siempre hablaba de volver a España y de pronto tuve conciencia de que al regresar ya no sabía dónde estaba. El alzhéimer es una enfermedad injusta y despiadada, en este caso, además, en alguien que, como ella, hizo tanto por la memoria colectiva".

Así nos introduce Susana Hornos los motivos que le llevaron a adaptar para el teatro la vida de María Teresa. La actriz y escritora española afincada en Argentina desde hace años - allí se fue por amor a su pareja durante casi 20 años, el actor Federico Luppi (1936-2017)- rescata su figura en María Teresa y el león, el proyecto escénico que puede verse estos días y hasta el 5 de mayo en la Sala Mirador de Madrid. "Para mí el teatro tiene mucho que ver con el homenaje, en rendir tributo a la gente que ha hecho que yo hoy pueda estar aquí y votar y escribir y trabajar y decir hoy estoy con éste y mañana estoy con otro porque mujeres como ella han abierto la brecha".

León llegó a definirse a si misma como "la cola del cometa", en referencia a su papel junto a Alberti, sin embargo, por si sola, su talento fue enorme: estudió en la Institución Libre de Enseñanza, se licenció en Filosofía y Letras, fue una gran novelista, guionista y autora de teatro, tras el estallido de la guerra fue una de las impulsoras del traslado de los fondos del Museo del Prado a Valencia, y hoy en día se la considera una de las escritoras españolas más importantes de la generación del 27 junto a María Zambrano o Rosa Chacel. Sin embargo, durante muchos años ha permanecido injustamente en el olvido.

"Más allá del talento del otro, es el papel en el que durante tantos años hemos sido educadas las mujeres. Alberti nunca la miró en un segundo plano sino que ella se situó ahí. Y esta obra habla de María Teresa pero también podría haber sido Mari Carmen, no importan los nombres, sino dejar constancia de todas esas mujeres que han sido invisibilizadas. Hoy por hoy deberíamos volver a reescribir todos los libros de Historia, se lo debemos a estas mujeres, hayan sido escritoras o amas de casa".

La actriz Susana Hornos. Fotografía de Javier Mantrana.
La actriz Susana Hornos. Fotografía de Javier Mantrana.

Susana Hornos. Fotografía de Javier Mantrana

El proyecto pasó varios años dormido en un cajón hasta que Hornos, en una visita a Madrid, asistió a una representación de Juguetes Rotos, montaje dirigido por Carolina Román para el Teatro Español que ganó el premio a la mejor dirección en los premios MET (Madrid es teatro). El flechazo fue instantáneo: "Cuando ves la sensibilidad de alguien y a la vez la imaginación y ese teatro que a mí me gusta, que son cosas muy sencillas que por momentos crecen me dije que tenía que ser ella. Hacía falta alguien que supiese mover los hilos y que, a la vez, me supiese dar ese abrazo". Les acompañan en este tortuoso camino de la juventud a la vejez, hacia la memoria y el olvido, la escenografía y el vestuario de Alessio Meloni -responsable de una puesta en escena tan minimalista como efectiva a través de una estructura de cajas ocultas en el suelo- y la música de similares sutilezas de Alejandro Pelayo (Marlango).

Curiosamente, antes de estar unidas por esta pieza teatral, Hornos, Román y León mantuvieron lazos estrechos con Argertina: María Teresa vivió allí 23 años de su largo exilio, Carolina es de origen argentino y Susana emigró hace 20 años. "Las tres hemos vivido en Buenos Aires en la calle de Las Heras. Fuimos vecinas en ese barrio en distintos años, por esa avenida hemos caminado y suspirado, hemos forjado las mujeres que fuimos y somos por las mismas veredas y esquinas". El destino las une de nuevo para recuperar la memoria y mostrar, a la vez, las heridas de la enfermedad del olvido.

La actriz y dramaturga Susana Hornos y la directora Carolina Román.
La actriz y dramaturga Susana Hornos y la directora Carolina Román.

La actriz y dramaturga Susana Hornos y la directora Carolina Román. Fotografía de Javier Mantrana

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